Es la única opción posible para el norte del Cauca que en este momento se debate entre la incertidumbre, el miedo y el silencio. Es el clamor de cerca de 300 artistas del Cauca que en el 2023 dejaron consignadas sus canciones, poesías, coplas, reflexiones y expresiones culturales como la esgrima, las danzas y la lutería. También es la conexión con la primera versión de la Memoria Sonora, pues así se llama una de las canciones tradicionales de la agrupación artística Puma Blanca en la que nos invita a construir la anhelada paz en medio de las diferentes formas de actuar y pensar.
Un Canto de Esperanza es la esencia de la memoria sonora para la paz que empezó como un sueño hace 5 años en una esquina del polideportivo de Buenos Aires, Cauca, y hoy ya es un proceso reconocido en el territorio por su aporte al legado histórico que está dejando al país y porque ha arrebatado de la guerra a niñas, niños y jóvenes que hacen parte de los semilleros y escuelas artísticas impulsadas por las agrupaciones tradicionales y las personas líderes que gestan estos procesos con muchas limitaciones, pero con un amor infinito y un convencimiento profundo en cambiar la historia de guerra, tristeza y dolor con música, arte y cultura para una vida con valentía y dignidad.
Este proceso impulsado por la Fundación PLAN, desde sus inicios ha contado con la financiación de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional ASDI, con el apoyo de Plan Suecia y se han venido sumando aliados desde el Proyecto EmpoderArte por la Paz, comprometiendo todos nuestros esfuerzos para promover procesos socio culturales que contribuyan a la memoria histórica, el fortalecimiento de la sociedad civil, la protección de la niñez, la eliminación de las violencias y la construcción de la paz. La tercera versión de la Memoria Sonora para La Paz contó también con la financiación de Sony Music Group y con el apoyo de la Universidad ICESI, especialmente el Centro de Producción Creativa 312, al que le agradecemos su cálida acogida.
A César López nuestra gratitud infinita por ser aliado de este proceso y orientar la producción de las tres versiones de la Memoria Sonora con sensibilidad, empatía, respeto y un compromiso profundo con la búsqueda de la paz.
Yo no me voy, Resistir hasta el final y Un canto de esperanza, las tres versiones de la memoria sonora para la paz, son nuestro legado para el país. Contienen el alma, los sueños, las palabras y los silencios de esas personas artistas del norte del Cauca a quienes les agradecemos por su valentía y por avivar nuestra esperanza en un mundo mejor.
Por la vida, por la paz y por la dignidad hay que seguir cantando.
Fundación PLAN
Este disco una recopilación de la infinita creatividad y el saber musical de muchísimos artistas del norte del Cauca y ademas, es una declaración de principios frente a los procesos de construcción de paz. Es la resistencia hecha canción, Es una respuesta contundente de cientos de personas desde las artes, a los retos que históricamente han impuesto los problemas sociales y la violencia en este territorio.
La Memoria Sonora Para La Paz es un documento histórico que honra a las mujeres y los hombres que con el arte y la cultura están inspirando a niñas, niños, adolescentes y jóvenes a encontrar una posibilidad de apreciar la sabiduría ancestral.