Es el llamado que le hacemos a Colombia en este momento en el que el miedo y la incertidumbre se pasean en pueblos y montañas donde la paz aún es esquiva.
Es la canción escrita por una mujer luchadora, que celebra la vida cada día a pesar de las adversidades que ha tenido que vivir a cuenta del conflicto, que nos invita al perdón y a la reconciliación, a dejar esas cargas que hombres y mujeres llevan en sus espaldas en una guerra que no les pertenece.
En el mes de marzo de 2021 un grupo de artistas valientes del norte del departamento del Cauca se reunieron para cantarle a la vida.
En medio de las dificultades que ha impuesto la pandemia y también el recrudecimiento de la violencia, nos dejan sus cantos, bailes y poemas registrados para la historia, en este documento llamado Memoria Sonora para La Paz.
Más de 300 artistas de Buenos Aires y Suárez y de las organizaciones comunitarias que anhelan que el país les escuche, que no quieren más indiferencia y que desean avanzar para que las niñas y los niños vivan en territorios de paz.
“El miedo no evita la muerte, evita la vida”.
Naguib Mahfuz
Reconocemos y defendemos en nosotros y nosotras el derecho a la vida.
Una vida digna, una vida libre, enmarcada en principios de respeto mutuo, donde nuestro ser creativo brille y se manifieste. Una vida donde las diferencias sean puentes para encontrarnos y no la razón para el señalamiento, la exclusión o la eliminación. Una vida en armonía con otras especies, con otras inteligencias en nuestro único planeta.
Reconocemos en las artes, en las expresiones de la tradición y en el canto, la posibilidad de sanar y reconstruir las emociones rotas de un país cargado de dolores, miedos, rabias, deseos de venganza.
Reconocemos hoy aquí, que estamos a pesar y por encima de todo, con un ancla a la esperanza.